Pequeño cerro donde fueron realizadas labores de extracción, lavado y fundición de mineral de plomo por los romanos entre los siglos II y I a.C., presumíblemente por la Societas Castulonensis.
El recinto se distribuye en tres terrazas artificiales construidas para facilitar la explotación y edificación de estructuras y viviendas necesarias, para lo que fue preciso levantar numerosos contrafuertes y muros, manteniéndose muchos de ellos en la actualidad. También se observan diversas estructuras para almacenamiento y fundición. En su terraza superior se localizan un pozo y una rafa, que parecen alterados por la actuación de sacagéneros contemporáneos.